martes, 31 de mayo de 2011

Esperando (20/5/2011)


"¿Qué estás haciendo?" me pregunta la barra de estado.
Nada.
Todo.
No puedo describirlo, no es fácil, nunca lo ha sido. Supongo que por eso mismo es por lo que luego atesoro recuerdos de este tipo con más precisión y, generalmente, cariño.
Estoy haciendo nada, el tonto en el ordenador, estudio a ratos, otros los paso con algún juego banal pero adictivo; ahora satisfago esa necesidad compulsiva que a veces me invade y me lleva a escribir, pulsar suavemente las teclas sin importar lo absurdo del resultado. Siempre busco expresar lo que siento, que, si alguien por un casual leyera lo que he escrito, se sintiera identificado, o al menos me comprendiera. El problema es cuando no tengo claro lo que siento.
Nada.
Todo.
Estoy feliz, satisfecha, preocupada, un poco triste, solitaria, acompañada, nerviosa, relajada... podría usar miles de términos opuestos y complementarios entre sí que definirían mi estado actual, me sería imposible identificarme con uno solo de ellos.
Con una excepción.
Esperando. Estoy esperando algo, una pista, una gran flecha que me indique por dónde debo ir para llegar a donde deseo, que me diga lo que tengo que decir para escuchar la respuesta que quiero, lo que tengo que hacer para recibir lo que anhelo.
Pero esas flechas hace mucho que se acabaron, dejándome en manos del destino y de la inexperiencia.
Por eso ahora mismo, para expresar cómo me siento, lo que estoy haciendo y por qué lo hago, sólo puedo decir:
Te estoy esperando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario