martes, 26 de julio de 2011

Días tontos, días de reflexiones





Esos días en los que, en el momento más insospechado, los pensamientos que no sabías que tenías, surgen repentinamente en forma de una reflexión sin sentido alguno.
Ayer tuve uno de esos días. Charlando tranquilamente sobre mis proyectos varios, en una cena normal y corriente. Salvo por un pequeño detalle: ayer me serví un vaso de cerveza. No tomaba cerveza desde que volví a casa.
En un momento, la conversación se apagó misteriosamente, y a mí no se me ocurrió otra cosa que mirar el fondo de mi vaso. Cerveza rubia. Un bar, los amigos. Por otro lado, una canción de Extremoduro, "Stand By". Y bebe rubia la cerveza pa' acordarse de su pelo... Y muchos más recuerdos. Recuerdos que llevan a recuerdos, y acabo en una redundancia nostálgica, mirando cara a cara a esos pequeños problemas que, por minimizarlos, ignoro hasta que acaban saliendo a la luz en esos días, en esos momentos. Y no puedo parar. 
Es una tortura, donde la torturada y la torturadora son la misma persona. Yo, yo y sólo yo. Así que acabo enfadada conmigo misma, de la manera más tonta posible, casi con lágrimas en los ojos debido a la mezcla de nostalgia, tristeza, frustración y enfado que yo solita he creado. 
Lo peor, casi lo más doloroso, es que lo único que se me ocurre hacer es correr.
Correr, para escapar de mis problemas.
Correr, para encontrarme con mis problemas.


Pero ya no puedo correr.  

1 comentario:

  1. Me siento tan identificada...joder
    te echo de menos ¬¬
    y no te preocupes por las personas de tu pasado, porque hay una razón para que no estén en tu futuro ;)

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